miércoles, 11 de diciembre de 2013

Un joven vende latas de aire proveniente de Francia.

Cada vez hay más productos ridículos en el mercado... Hay un montón de objetos, de bienes que son llamativos pero que en realidad no sirven para nada y llega un momento en el que nos damos cuenta de que hemos tirado el dinero.


Las latas de un joven francés parecen llevar el mismo camino y es que Antoine Deblay, un joven estudiante francés dio con la idea de crear un recipiente para guardar aire y decorarlo de forma bonita para poder llamar la atención de compradores.

Se trata de aire de su tierra, de Montcuq (un pequeño pueblo turístico al suroeste de Francia). Antoine pudo comenzar su negocio gracias a la financiación que consiguió con ayuda de gente a través de crowdfunding y es que él sabía que su idea vendería.


No se equivocaba Antoine, quien en tres semanas consiguió 1000 pedidos y por tanto, ahora para no agobiarse ha decidido limitar su producción a 10 litros por semana. Unas decisiones que siguen asombrando por su éxito.

Pero ¿cuál es el motivo por el que la gente compra este producto? Pues hay truco... El nombre de su pueblecito Montcuq suena como "Mon Cul" (mi culo en francés), por lo que el nombre completo puede ser entendido como "Aire de mi Culo" en lugar de aire de Montcuq, es como un juego de palabras que a los franceses les ha hecho gracia y que han considerado como buena broma o como regalo gracioso a pesar de costar 5,50€ cada lata.

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